¡Hola de nuevo, queridos lectores! Antes de nada, cómo sigo sin encontrarle las horas que me gustarían a los días aquí y, especialmente durante los fines de semana, he decidido que voy a trasladar el día de publicación de mi blog al lunes o martes, pero tranquilos, ¡podéis estar seguros de que no os quedaréis sin saber de mi!
Esta semana que se ha ido, empezó con un muy buen lunes de golf en Cardinall Hill, donde se disputó el campeonato "districts". A pesar de que el campo no era mucho de mi agrado e hizo un calor bastante impropio para comienzos de octubre, el hecho de me estuviera perdiendo clase para poder jugar, sumado a que fui capaz de jugar a un poco de golf con buenas sensaciones la mayoría del tiempo hizo que disfrutara mucho de aquella mañana, donde firmé una tarjeta de 5 sobre par que me hizo ganar el campeonato. Además, a nivel de equipo, ¡quedamos segundas, por primera vez en la historia de Staley!, lo que signficaba que, automáticamente, todas las jugadoras del equipo estaban clasificadas para jugar "sectionals", que es un campeonato clasificatorio para el campeonato estatal.
Mi tarde del martes se resumió en escribir el blog, tarea a la que le dediqué bastante tiempo, y en dormir, ya que una buena siesta al estilo español de vez en cuando te puede dar la vida.
Lo mejor del miércoles fue el banquete del equipo de golf que se celebró para dar fin a la temporada ( aunque para las jugadoras varsity aún quedan 1 o 2 semanas). Yo pensé que iba a ser una cena informal de equipo, pero resulta que hubo padres, entrega de premios, entrega de fotos y algunos obsequios, palabras de los entrenadores en incluso palabras de algunas de las jugadoras, especialmente las seniors ( o sea, Anne Marie y yo), ya que era nuestro último año, y, en mi caso, el primero también.
El día anterior, Coach Harmon nos había dado una hoja que teníamos que rellenar donde se preguntaba tu primer recuerdo en Staley Farms, el campo donde entrenamos; tu mejor campeonato; tu mejor recuerdo en un campo de golf ; un consejo para los jóvenes jugadores y un par de cosas más, y yo pensaba que era una cosa que sólo iba a leer él, pero al final resultó ser algo que iba a ser leído delante de todo el mundo. Aunque yo lo rellené tarde, mal y a rastras, Harmon nos dió la opción de leerla nosotras mismas, lo que me dió la oportunidad improvisar un poco para añadir un par de cosas mientras leía mi ficha y de decir unas palabras de agradecimiento a todo el equipo y a los entrenadores.
Una vez acabado la ceremonia, recogimos nuestros regalos y nos fuimos a casa, y el resto de la tarde me persiguió una sensación de tristeza que se debía a que la temporada ya se había acabado y a mí me había sabido poco.
Durante la entrega
Lo más destacable de mi tarde del jueves fue el gimnasio, donde Jennifer y yo hicimos un poco de "work out" para sudar un poco y no perder la forma.
El viernes fue otro viernes genial. Y ya deberíais saber el por qué. ¡Home game! No dejo de conocer gente y pasármelo genial en esa especie de "acto social", es increíble. Además, después del partido, fuimos un grupo grandecillo a cenar a un sitio que se llama "Steak n' shake", y la verdad es que aunque no nos conocíamos todos entre todos ya que vinieron algunos amigos de amigos, todos nos llevamos sorprendentemente bien y ya hicimos plan para el día siguiente.
El sábado, habíamos quedado para jugar al frisbee el mismo grupo de la noche anterior, pero al final acabamos casa de Ally, que tiene en el sótano una especie de apartamento súper guay para estar con amigos. No váis a adivinar a que estuvimos jugando,¡al futbolín! y, cómo la ocasión lo merecía, aproveché para contarles que era un invento gallego. Después de pasar la tarde en casa de Ally fuimos a casa de Connor, ya que iba a hacer otra hoguera y, por suerte, pude disfrutar de los deliciosos "smores" otra vez más.
Yo y Gaia en la "bonfire"
Gaia intentando sacarme una foto artística
El domingo, Jennifer, Bella y yo madrugamos para ir a misa por la mañana, y después fuimos a casa de los tíos para celebrar el cumpleaños de Hannah, que cumplía 15 años, aunque Bella y yo tuvimos que marcharnos pronto porque teníamos entrenamiento ya que al día siguiente teníamos "sectionals" y era importante que jugásemos bien para clasificarnos para el campeonato estatal. Después de el entrenamiento Bella y Jennifer se fueron a un partido de los Royal's y yo volví a hacer planes con el grupo del viernes así que volvimos a quedar todos, pero esta vez fuimos a casa de Kilee ,que también tiene en el sótano una especie de apartamento.
En casa de Kilee
A pesar de que hoy es lunes y, por tanto, no debería hablaros de mi día de hoy hasta la próxima
entrada, después de haberos hablado de como ha ido mi semana tengo que contaros una cosa muy curiosa. Esta mañana, para matar el tiempo mientras estábamos conduciendo hacia Smithville, donde tuvimos el torneo "sectionals",decidí entrar en twitter y, vagamente, me puse a leer algunos de los últimos tweets que la gente había escrito recientemente, y me encontré con uno que decía: " ya llevo dos meses aquí en US, el tiempo pasa muy deprisa." Fue entonces cuando me di cuenta de que, efectivamente, ya habían pasado dos meses desde que empecé de 0 mi vida americana. Hasta donde yo sé, la mayoría de mis compañeros tienen la sensación de haber llegado a América hace nada, pero sinceramente yo no lo siento del todo así. En verdad, es difícil describir cómo me siento después de dos meses aquí. En parte sí que siento que el tiempo está pasando muy deprisa porque no sé ni como ni cuándo ya hace dos meses que estoy aquí, pero por otro lado tengo la sensación de llevar una temporada larga siendo una "falcon" más de Staley .Miro hacia atrás, allá por mi primer día de instituto, cuando todo era nuevo para mí y sólo había pasillos y más pasillos llenos de un montón gente desconocida y de aulas organizadas de manera extraña, según yo creía en aquel momento, y siento que todo eso quedó muy lejos. Supongo que eso quiere decir que mi vida americana va echando raíces aquí, y eso me gusta, me gusta mucho, aunque da miedo cómo cambian las cosas en tan poco tiempo. Aún me acuerdo de todas las fases que pasé cuando me dieron la beca, desde el no creérmelo, al estar emocionadísima y al echarme a llorar porque me iba a ir en poco tiempo.
Y ahora, aquí me tenéis, viviendo lejos de todo lo que había querido hasta ahora y empezando a querer a pasos agigantados todo lo que tengo aquí, y es que es sorprendente cómo se puede llegar a querer tanto en tan poco tiempo.
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