lunes, 1 de septiembre de 2014

Agosto se acaba, y se acaba a lo grande.

Si os dije que la semana pasada había sido una semana completa, esta semana ha superado a la anterior con creces. Sin duda, el protagonista de esta entrada va a ser Branson, un pueblo a cuatro horas de Kansas City, pero esta semana  ha seguido estando llena de nuevas experiencias, así que empezaré por resumíroslas.

El lunes, las jugadoras varsity; Bella, Maddie, Keirceten, AnneMarie  y yo (varsity es la categoría deportiva más alta a nivel de instituto) nos perdimos clase para jugar un campeonato; el primer campeonato de la temporada, mi primer campeonato en tierras americanas. Salimos hacia Shoal Creek a las 8 de la mañana en la furgoneta del entrenador y llegamos allí en a penas media hora. Había un total de 15 equipos, por lo que éramos 225 chicas. Jugamos los 18 hoyos resistiendo como pudimos los 40 ºC de temperatura y la humedad horrible propia de la zona y, al acabar de jugar, hubo una especie de entrega de premios en la que llamaban a la mejor jugadora de cada equipo y le entregaban una medalla, y aunque no estoy jugando nada bien, para que vamos a engañar a nadie, después de algunas dificultades para pronunciar mi nombre, me llamaron a mi, y la verdad es que me hizo mucha ilusión recibir la medalla.

El martes, después de clases y del entrenamiento, Bella, Gaia, Carmen (otra española), Alexis (la host sister de Carmen) y yo, fuimos a ver un partido de baseball, los Royals de Kansas City contra los Twins de Minnesota. Pasamos un buen rato aunque, como íbamos perdiendo y se hacía tarde, decidimos irnos antes y nos perdimos lo mejor del partido, dos "home runs" en los útlimos minutos que nos dieron la victoria.


Del miércoles y jueves poco os puedo contar, salvo que el miércoles, todo el equipo tuvimos nuestro primer match, que aquí es como un torneo de nueve hoyos contra otro equipo, pero más bien es como un entrenamiento cara a los campeonatos que un torneo en sí.

Después llegó el viernes, día de la partida hacia Branson con mi host family y los abuelos Gary y Linn, así que después de las clases tocó acabar las maletas, preparar la comida y los palos de golf , hacer que cupiera todo en el maletero y las cuatro horas de viaje. Lo más bonito que vi el viernes fue un doble arco iris que apareció de repente en el cielo poco antes de la puesta de sol; nunca había visto cosa igual. Pero, sin duda, sigue sin haber nada más bonito que unas buenas vistas al mar.
                            


El  sábado por la mañana, Bella, el abuelo Gary y yo fuimos a jugar a un campo que se llama Pointe Royale. La verdad es que me gustó mucho. Me recordó, por los árboles, a los campos de Galicia, aunque era más corto, más estrecho y con muchos más lagos. Lo que también me recordó mucho a Galicia fue la lluvia, que aunque apareció en el último hoyo, se puso a llover y a tronar tan de repente y de tal manera que tuvimos que recoger nuestras bolas e ir a refugiarnos al coche, y aún así acabamos todos emapados.
                                 

Después de una buena ducha para entrar en calor y de nuestro ratito de compras, por la tarde, como al abuelo le entusiasma el tema de la religión, fuimos a ver el show "Jonas", una obra de teatro/musical donde se relata el pasaje de la Biblia que cuenta la historia de Jonás, el hombre que pasa tres días en el estómago de una ballena (cuando le cuente esto a mi abuela seguro que se empieza a alegrar de que esté aquí.) Aunque el argumento de la obra no es mi preferido, valió la pena ir sólo por ver los decorados y las actuaciones y bailes del reparto.

El domingo por la mañana el abuelo Gary nos llevó a Bella y a mi a conocer la zona. Nuestra primera parada fue en el "dam", una presa de agua construída años atrás (sí, yo también esperaba que "dam" significara algo más emocionante). Después fuimos a un hotel llamado Chateau (no sin antes ver un vídeo de 20 min de cómo había sido construída la presa) y desde allí admiramos el lago de Branson y las vistas del lugar.

Cuando acabamos la "visita cultural", fuimos a la "Dixie stampede", un show de caballos con cena incluída. Teniendo en cuenta que me apasionan los caballos, no podía ser de otra manera; me lo pasé como una enana.
Antes del show hubo un pre-show en el que un chico vestido de cowboy hacía malabarismos y trucos. El chico, a pesar de que tuvo pequeñas dificultades con un truco de platos, era realmente bueno.
Luego pasamos a la sala del show, que era como una especie de estadio cubierto, con la pista de tierra para la actuación en el medio y los asientos bordeándolo. El show consistió en una representación de la Guerra Civil Americana, incluyendo espectáculos de equilibrismo sobre caballos, actuaciones, bailes, carreras de animales y hasta competiciones entre el público, ya que, siguiendo el motivo de la Guerra Civil, una parte del `público hacía del bando Norte del país y  otra del bando del Sur. En medio del show nos sirvieron la cena. El menú consistió en una gran variedad de alimentos servidos en pequeñas cantidades, entre los que estaban: pollo,cerdo y media patata, todo a la brasa; mazorca o sopa de verduras. La peculiaridad de esta cena fue que no había cubiertos y había que comerlo todo con las manos (una peculiaridad poco higiénica para mi gusto).



Después del show fuimos todos a jugar al minigolf y, aunque suene irónico, no lo había probado nunca antes. El minigolf se llamaba "T - Rex", así que ya os podéis hacer una idea del tipo de decorado.

                                   

Como hoy ,1 de septiembre, es el "Labor day", día festivo en EEUU, pudimos quedarnos a dormir el domingo en Branson; así que hoy por la mañana, lunes, recogimos nuestras cosas y regresamos tranquilamente a nuestro "home"; aunque, mis queridos lectores, tengo que confesaros que para mí, "home is wherever you are."


Aquí os dejo más fotos de mi viaje a Branson (estoy pendiente de que me pasen el resto):

Jonas Show
Pointe Royale 


Dixie Stampede

El "truco de los platos" realizado con éxito tras varios intentos




1 comentario:

  1. Ya estaba deseosa de las aventuras de ANA en los EEUU.
    Me encanta seguirte. Es como vivir y emocionarme con tus aventuras, experiencias, aprendizajes...
    Creo que si me dan la oportunidad de tener otra vida, quiero ser como tú.
    Mucha SUERTE para la próxima semana y deseando volver a saber de ti.
    Un BESAZO. ��������

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